La retracción de encías, o recesión gingival, es la pérdida vertical de las encías de la corona de los dientes. Es una enfermedad progresiva que puede empezar durante la niñez. En el momento que esta enfermedad se hace más evidente, generalmente a partir de los 40 años, la raíz puede haber quedado ya expuesta, con los problemas que eso conllevaría.

CAUSAS

La recesión gingival se asocia generalmente con una mala higiene bucodental, ya que la enfermedad de las encías (o gingivitis) es la causa más común de esta patología.

Las bacterias de la boca, junto con los alimentos que consumimos, forman la placa, una película que cubre todos los dientes invariablemente. Si esta placa no se retira correctamente, puede formar cálculo o tártaro, es decir, depósito de placa calcáreo duro y amarillento que hace que las encías se retraigan en la zona del cuello dental. La acumulación de dicho cálculo y sarro en los márgenes de las encías causa su separación de los dientes, y la posterior retracción. Es importante eliminar correctamente esta placa mediante cepillado y el uso de hilo dental, con la frecuencia adecuada (mínimo cada 12 horas ) si no queremos que dicha placa se convierta en cálculo duro.

Por otra parte, otra de las causas de retracción gingival es el cepillado excesivo y agresivo del esmalte dental y las encías, que hace que dicha encía se retraiga y deje al aire la raíz del diente o desgaste en extremo el esmalte.

Otras enfermedades y hábitos, como el tabaco o el consumo excesivo de bebidas carbonatas pueden inducir a esta retracción de encías, además de enfermedades degenerativas , embarazo o bruxismo.

SÍNTOMAS DE LA RETRACCIÓN

Si tienes alguno de estos problemas, debes acudir a tu dentista para buscar la solución adecuada:

– Dientes más largos.

– Cambio de color en las encías.

– Sangrado e inflamación de las encías.

– Movilidad dental.

– Sensibilidad al tomar alimentos fríos, dulces o ácidos.

¿CÓMO RECUPERAR LA SALUD DE TUS ENCÍAS?

Con estos tratamientos podemos controlar y solucionar la recesión gingival.

1. Higienes dentales periódicas realizadas por el higienista dental al menos una vez al año, para evitar el acúmulo excesivo de placa dental.
2. Raspados y alisados radiculares. Se trata de un tratamiento de eliminación más profundo del sarro en el interior de las encías. Sirve para reducir la inflamación y alisar las áreas irregulares e impedir el avance de la placa bacteriana. Se practica con anestesia local y puede requerir más de una sesión.
3.  Tratamientos quirúrgicos, que requieren la actuación del especialista periodontal para realizar injertos de hueso o de encía, o limpiezas especiales en zonas de difícil acceso.
4. Cepillado suave con cepillos adecuados, o cepillos eléctricos que controlan la presión ejercida.
5.  Férula de descarga para pacientes bruxómanos.

La retracción de encías es a menudo ignorada porque al principio no causa ningún problema. La mayoría de las veces sólo se le presta atención en el momento que empieza a afectar la estética o causa otros problemas como sensibilidad a alimentos calientes, fríos o ácidos, abscesos en la encía y movilidad de los dientes. Por ello es importante las visitas al dentista una o dos veces al año para la detección precoz de este tipo de dolencias.

¿Te ha gustado nuestro articulo?

Dale a Me Gusta y Compartelo con tus contactos 🙂

Articulo escrito por:

Sofia García Rocamora – Directora Medica / Odontologa / Ortodoncista NR.Colegiado 03003316